Caí al extenso vacio cubierto de espinas, sobreviví al mar de lágrimas que mis ojos derramaron por ti, dejaste en dos mi tristeza, quería huir, quería intentar creer en el feliz reencuentro de dos almas separadas por el abismo que dejaste en mi memoria.
Aun hoy es difícil creer en tu ausencia, tus rosas mantienen tu aroma y tu amor besa mis lágrimas mientras la luna deja caer rayos de luz que dibujan tu silueta.
La noche es cruda y tu presencia se adormece, al cerrar mis ojos es fácil oír tu voz, tu respiración recorre mi alma y mis manos heridas alcanzan tus labios, quiero tenerte a mi lado toda la noche y besarte hasta el amanecer, pero te esfumas sin decir una palabra, solo puedo creer en que no volverás.
Abro mis ojos, la almohada humedecidas por mis lagrimas, mis labios ya no sienten tu respiración, ahora se que te has ido, que no te volveré a ver ni en el más profundo de los sueños.
Solo te pido que no vuelvas, no hagas que mis sentidos guarden la esperanza que han tenido hasta hoy, no lastimes mi alma, deja de mirarme porque mis ojos se cansaron de llorar y deja de hipnotizar a mi corazón porque todavía creo en el amor.
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